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Inteligencia artificial

¿Qué es la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial es el área de la ciencia informática especializada en simular el funcionamiento del cerebro humano para realizar tareas específicas que antes requerían de la intervención humana. La inteligencia artificial se basa en el uso de algoritmos y modelos matemáticos para procesar datos y tomar decisiones basadas en patrones y reglas. La combinación de algoritmos y datos hacen que la inteligencia artificial aprenda automáticamente de sus errores para ser más precisa. 

Tipos de inteligencia artificial

Existen diferentes tipos de inteligencia artificial.

  • Machine learning, también conocido como aprendizaje automático, es una rama de la inteligencia artificial que analiza los datos, aprende de éstos y aplica lo que aprende para tomar decisiones sin necesidad de intervención humana. Este tipo de inteligencia artificial subyace en los servicios de streaming bajo demanda o en los sistemas de asesoramiento y gestión financiera, entre otros.
  • Deep learning, también conocido como aprendizaje profundo, es una forma de aprendizaje automático basada en redes de neuronas artificiales, inspiradas en el funcionamiento del cerebro humano. Este tipo de inteligencia artificial se utiliza para detectar automáticamente anomalías en las imágenes médicas y ayudar a tomar un diagnóstico o en los vehículos autónomos para detectar de forma automática señales de tráfico y personas.
  • Los modelos de lenguaje son un tipo de modelos de deep learning que predicen cuál será la siguiente palabra en una oración. Los modelos de lenguaje se utilizan para la traducción automática, la recuperación de información o el etiquetado de discurso.

Aplicación de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial ya está presente en muchas actividades de nuestra vida diaria haciendo recomendaciones de producto y/o de contenido en redes sociales, atendiendo clientes en call centers, automatizando tareas del hogar, conduciendo coches, etc. En el ámbito empresarial, la inteligencia artificial tiene cabida prácticamente en cualquier área de la organización, ayudando a diseñar estrategias, optimizar procesos o conocer mejor a los clientes.

Según el estudio de McKinsey, 'El estado de la IA en 2022 y el balance de media década', la mitad de las empresas de todo el mundo utiliza la inteligencia artificial frente al 20% que la utilizaba en 2017. En España, el 11,8% de las empresas de más de diez empleados utiliza la IA, según los datos recogidos en el informe “Uso de inteligencia artificial y big data en las empresas españolas”, elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI).

En la actualidad, los usos de la inteligencia artificial más habituales dentro del ámbito empresarial son, entre otros, los siguientes:

  • Modelos predictivos: permiten predecir y anticipar las necesidades o eventos futuros de una organización en departamentos como marketing, ventas, o finanzas en base a datos pasados o actuales de la compañía. Se utilizan, por ejemplo, en el sector salud para mejorar los diagnósticos y evaluar la evolución de determinadas patologías; y, en la logística, para mejorar la planificación de la demanda y gestionar el inventario.
  • Modelos de recomendación: hacen sugerencias de contenido o producto basadas en las preferencias y gustos de los usuarios en el momento y el formato correctos. Netflix fue una de las primeras organizaciones en utilizar esta tecnología para conocer a su público y ofrecerles contenido personalizado.
  • Visión artificial: permite reconocer automáticamente las imágenes y describirlas de forma precisa y eficiente, y actuar de una manera determinada. Ampliamente extendida en tareas de calidad y control de los procesos industriales y en sector retail, entre otros.
  • Procesado de lenguaje natural: permite procesar y analizar textos. Utilizando métodos de aprendizaje automático analiza e interpreta palabras y frases con el objetivo de comprender la intención o sentimiento del usuario. En este apartado se engloban el corrector automático, autocompletado y texto predictivo de los smartphones y otros dispositivos digitales o los asistentes de voz como Siri o Alexa.

Algunos de nuestros casos de éxito con inteligencia artificial

 

Breve historia de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial es una tecnología cuyo origen se remonta a los años cincuenta del siglo pasado. Alan Turing es el primero en plantear la posibilidad de que las máquinas pudieran ‘pensar’ en su artículo “Computing machinery and intelligence” y crea una prueba, test de Turing, que todavía sigue siendo relevante, para evaluar la capacidad de las máquinas para actuar como humanos. Sin embargo, no fue hasta 1956 cuando John McCarthy, Marvin Minsky y Claude Shannon acuñan el término por primera vez en la conferencia de Dartmouth (Hanover, EE.UU.).

En 1997 se produce un gran hito en la historia de la inteligencia artificial. Por primera vez una máquina, Deep Blue, vencía al campeón mundial de ajedrez, Gary Kasparov. La repercusión mediática acercó la inteligencia artificial al gran público.

En la segunda década del siglo XXI, se produce un gran salto en el desarrollo de la tecnología y las aplicaciones de IA: Siri, Alexa, los coches autónomos, los chatbots...

La inteligencia artificial ha ido escalando peldaños y lejos de convertirse en el sustituto de los humanos, como lo más catastrofistas aún auguran, empieza a ser vista como un importante potencializador de las capacidades humanas que tiene en la IA generativa su máximo exponente.

La IA generativa es una forma de aprendizaje automático capaz de crear contenido (texto, imágenes, voz, código e, incluso, vídeos) único y nuevo a partir de contenido existente, pero también de crear nuevos diseños de productos u optimizar los procesos comerciales.

Su irrupción en el mercado, con el lanzamiento de ChatGPT, ha marcado un punto de inflexión en la forma de trabajar y en la colaboración hombre-máquina. Así lo pone de manifiesto el último informe hecho público por la Organización Internacional del Trabajo (OIT),"La inteligencia artificial generativa y el trabajo: un análisis global de los efectos potenciales sobre la cantidad y calidad del empleo”. Este estudio sugiere que la introducción de las nuevas tecnologías no destruirá el empleo, más bien lo aumentará y "transformará".

Hoy, se sabe que, si bien la IA generativa automatizará completamente determinados puestos o funciones, también se sabe que repercute directamente en la productividad- por ejemplo, la incorporación de la IA generativa en el departamento de marketing permitirá a las empresas a agilizar y automatizar el proceso creativo, ahorrando tiempo y recursos en la elaboración de productos originales- y que generará puestos que hoy no existen como ingeniero de prompt, experto en automatización robótica de procesos o auditor de algoritmos.

Ética, gobierno y seguridad de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial presenta importantes desafíos que deben abordarse de manera responsable y ética. Las decisiones de la inteligencia artificial pueden no ser neutras e, incluso, estar sujetas a inexactitudes o sesgos, pudiendo causar daños en la vida de las personas y el planeta. 

En la medida que la inteligencia artificial se ‘alimenta’ de grandes cantidades de datos, es importante señalar también el riesgo de recabar excesiva información personal que puede ser utilizada para fines no autorizados o más allá del propósito original poniendo sobre la mesa cuestiones relacionadas con la seguridad y privacidad e, incluso, de crear contenido falso- noticias, imágenes o vídeos- que sean totalmente ficticios, pero tengan una apariencia convincente. Sin mencionar que la mayoría de los sistemas de inteligencia artificial no están diseñados para proteger los datos, con lo que esto significa en términos de exposición a amenazas y ataques.

Estas cuestiones han favorecido la creación y adopción de marcos de referencia (gobernanza) dentro de las empresas y los organismos para hacer el uso de la IA más justo, ético y responsable. No obstante, es necesario contar un marco regulatorio externo que defina claramente los límites en el uso de la inteligencia artificial.

Por el momento, solo la Unión Europea ha sido la primera en aprobar una ley que regule la inteligencia artificial. El texto recoge textualmente que “los sistemas de IA utilizados en la UE sean seguros, transparentes, trazables, no discriminatorios y respetuosos con el medio ambiente…y deben ser supervisados por personas, en lugar de por la automatización, para evitar resultados perjudiciales”. Dentro del reglamento español, la ley 15/2022, de 12 de julio (LA LEY 15917/2022), integral para la igualdad de trato y la no discriminación (BOE de 13 de julio), contiene la primera regulación positiva del uso de la inteligencia artificial por las administraciones públicas y las empresas en España. El artículo 23 recoge cómo deberían las administraciones diseñar los algoritmos para la toma de decisiones, con el objetivo de evitar toda discriminación que pueda sufrir cualquier persona y que aborde todos los ámbitos desde los que ésta se pueda producir.

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