El anuncio oficial de ChatGPT de OpenAI ha provocado un auténtico seísmo en el papel que la tecnología desempeña en nuestras vidas. Desmitificó el potencial de la inteligencia artificial generativa (IA) prácticamente de la noche a la mañana, humanizó un potente software y lo puso al alcance de todos.
Tareas y talentos que antes eran exclusivos de los humanos, e incluso definían nuestra humanidad, ahora son compartidos con algoritmos. Sin embargo, en contra de lo que se piensa, esta tecnología nos ha permitido ampliar nuestros conocimientos y habilidades mucho más allá de lo que antes creíamos posible. Nos encontramos en un territorio inexplorado, hemos dado un salto evolutivo, en el que la IA generativa pone un potencial ilimitado al alcance de nuestra mano, reduciendo la brecha digital, capacitando a los usuarios y transformando las empresas y el trabajo a través de nuevos niveles de colaboración humano-máquina.
Ampliando el potencial humano
Nunca se ha tenido una tecnología tan potente, capaz de emular la creatividad humana a gran escala y a la vez tan accesible y fácil de usar. Su aplicación en el mundo empresarial, gubernamental, tercer sector y comunidad científica puede ayudar a resolver algunos de los desafíos más apremiantes de la humanidad, impulsando la sostenibilidad, encontrando cura a enfermedades con altas tasas de mortalidad y reduciendo la pobreza a través de la educación personalizada y automatizada, y la innovación agrícola.
Sin mencionar el impacto de la IA generativa en la esfera personal, al aumentar la capacidad para mejorar las habilidades y los recursos del ciudadano de a pie. Por ejemplo, la IA generativa puede minimizar la dependencia de un especialista en finanzas, educación o comunicación en tiempo real y promete liberar tiempo gracias al desarrollos de asistentes personalizados capaces de realizar tareas específicas como asistencia sanitaria online.
Impacto de la IA generativa en la organización y el trabajo
La IA generativa tiene el potencial de crear un impacto significativo en la economía, primero gracias a la mejora de la productividad consecuencia de la optimización de procesos, una mejora toma de decisiones y una automatización generalizada.