Pronto una nueva clase de consumidor, cómodo con el uso de la IA, será el que más gaste. Los fabricantes de automóviles deben estar preparados para atender sus necesidades y expectativas para ganar ventaja competitiva.
Una nueva era de consumidor está emergiendo. Usuario de herramientas de inteligencia artificial (IA) y con una expectativa de experiencia innovadora y fluida, este consumidor controlará en el corto plazo el mercado de la automoción. Estos consumidores familiarizados con la IA están posicionados para redefinir cómo los productos, incluidos los coches, se navegan, adquieren y utilizan. Esto obligará a los fabricantes a reconsiderar los modelos de negocio tradicionales.
Según el último estudio de Cognizant “Nuevas formas de pensar, nuevos mercados”, este cambio es urgente y global. “Los consumidores que están probando la IA se están convirtiendo en una fuerza potencialmente multimillonaria” con enormes implicaciones para todas las industrias, tal y como recoge el informe. Los responsables de empresas de automoción deben reconocer la importancia de este nuevo tipo de consumidor para mantener su ventaja competitiva. Los datos preliminares indican que estos consumidores que utilizan la IA podrían llegar a representar el 55% del gasto total en 2030, protagonizando la mayoría de las compras, incluidos los vehículos. Actualmente, alrededor del 25% de los consumidores están familiarizados con la IA. Solo en EE.UU., se espera que estos consumidores gasten 4.400 billones de dólares para esa fecha.
Los compradores de coches del futuro utilizarán la IA en cada paso del proceso de compra, por lo que atender a esta nueva forma de comprar será clave para los fabricantes. El auge de la IA agéntica está impulsando este cambio radical en el comercio, donde los agentes inteligentes gestionan la compra en nombre de los consumidores.
La internet agéntica y las tendencias futuras
La internet agéntica transformará el mercado del automóvil. En lugar de solo utilizar la IA como un asistente, los consumidores delegarán las tareas a los agentes de IA que operan de manera independiente. Por ejemplo, una IA personal podría analizar las necesidades de transporte, presupuestarias y preferencias de los usuarios y luego, negociar con los sistemas de IA de los concesionarios para encontrar el mejor coche, agendar una prueba de conducción e, incluso, garantizar la financiación.
En este escenario, los fabricantes de vehículos necesitarían evaluar una multitud de nuevos factores como, por ejemplo, cómo vender a un algoritmo y cómo garantizar que el agente de IA recomienda la marca. Para seguir siendo competitivos, los fabricantes deben hacer sus servicios de IA y datos de productos digitales interoperables, con el objetivo de facilitar la interacción con el agente del consumidor. Esto significa estandarizar la información del vehículo para su consumo por parte de la IA, participar en marketplaces de IA multimarca e, incluso, ofrecer asistentes de IA de marca a los clientes
¿Cómo los fabricantes pueden responder a este uso de la IA agéntica por parte del consumidor?
Las marcas pueden ganarse la lealtad de los clientes partidarios de la IA centrándose en la confianza, el control y la conveniencia. La adaptación a este perfil de clientes no es solo un ejercicio de marketing, sino un imperativo tecnológico. Las compañías de automoción deben invertir en prestaciones digitales y de IA para dar respuesta a las nuevas expectativas. Esto significa repensar su estrategia en las siguientes áreas críticas:
- Descubrimiento y personalización impulsada por la IA. Así como la optimización de los motores de búsqueda era crítico en la era de Internet, la optimización de la IA será esencial en la era de los asistentes digitales. Los fabricantes deben asegurarse de que sus productos son visibles para los agentes de IA introduciendo información sobre el vehículo en motores de recomendación y creando guías de producto interactivas por voz. El machine learning, o aprendizaje automático, puede analizar los datos de los clientes y recomendar el coche ideal o el plan de mantenimiento, incrementando las tasas de conversión y la satisfacción del cliente.
- Ecosistemas de vehículo conectado. Los coches modernos son dispositivos cada vez más conectados, pues están continuamente transfiriendo datos sobre el rendimiento, ubicación y uso. Los fabricantes pueden aprovechar esta conectividad para crear servicios de valor añadido, como el mantenimiento predictivo que alerta a los conductores sobre posibles problemas antes de que ocurran. La conexión entre los coches y los smartphones, los smart homes y hasta con la infraestructura de las smart cities será crucial, permitiendo a los fabricantes transformar los coches de compras únicas en plataformas para la interacción continua.
- Movilidad autónoma e IA en el producto. A pesar de que los vehículos sin conductor están todavía en desarrollo, prestaciones, como sistemas de asistencia a la conducción y sistemas de seguridad basados en IA ya son habituales. Los fabricantes deben invertir en tecnologías autónomas más sofisticadas para cumplir con los estándares de comodidad y seguridad. Incluso, antes de que sean completamente autónomos, las simulaciones de IA y las herramientas de diseño están reduciendo los costes y el tiempo de desarrollo dando a los fabricantes una ventaja competitiva.
- Eficiencia operativa y reinvención de la posventa. La IA agéntica puede agilizar la fabricación, el canal de distribución y el servicio posventa. El mantenimiento predictivo puede no solo mejorar la satisfacción de los clientes, sino también optimizar el inventario de piezas y la operativa del centro de servicio al interactuar con la IA del vehículo. Además, la IA agéntica puede abrir la puerta a nuevos modelos de negocio, como funcionalidades basadas en modelo de suscripción o actualizaciones de software adaptadas al perfil de conductor.
Al adoptar la innovación impulsadas por la IA y crear una base tecnológica sólida para el comercio basado en los agentes, los líderes de la industria del automóvil pueden asegurarse una ventaja competitiva y prosperar en el futuro dominado por la IA.