Este lunes daba el pistoletazo de salida una nueva edición del Mobile World Congress. Tras el parón de 2020, la atípica edición de 2021 y la tímida de 2022, la feria de tecnología móvil por antonomasia vuelve a su calendario habitual, aunque todavía lejos del número de asistentes prepandemia.
Con una previsión de 80.000 visitantes, la 18ª edición del MWC arranca bajo el lema “Velocidad: la tecnología del mañana hoy”. Más de 70.000 metros de exposición, en el que se han dado cita 2.000 empresas y más de un millar de ponentes. Este año como novedad se incorpora el congreso destinado a las empresas emergentes 4YFN, ocupando el pabellón 8.1 de Gran Via, que este año se centra en la inteligencia artificial, con especial foco en el ámbito de la salud y el sector industrial.
La velocidad es el eje de la feria como vector de innovación del sector de la movilidad. Los avances en la velocidad de las comunicaciones, con la llegada de las redes 5G, han posibilitado todo un mundo de posibilidades en múltiples sectores, desde la telemedicina hasta la fábrica conectada pasando por el smart home o los coches autónomos.
El Internet de la Cosas (IoT) es uno de los grandes beneficiados del despliegue masivo de esta tecnología. Hoy el informe La movilidad sostenible del futuro y su impacto sobre los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU), revela que hay 51 millones de vehículos conectados en todo el mundo y se espera que en 2025 sean 500 millones.