Tras la pandemia del COVID-19, la sostenibilidad ha dejado de ser un imperativo moral del negocio para convertirse en un requisito empresarial ineludible. Así, lo recoge el estudio “La ‘fiebre verde’: el imperativo económico de la sostenibilidad”, realizado por el Centro para el futuro del trabajo de Cognizant junto con MindForce Research, entre más de un millar de directivos C-suite y vicepresidentes de Europa y Norteamérica.
Hoy, la lucha contra el cambio climático ‘preside’ la agenda política-social de todo el mundo como reflejan las iniciativas gubernamentales New Green Deal de Estados Unidos o Green Deal de la Unión Europea. La creciente demanda social, espoleada por el activismo de Greta Thunberg, de abandonar una forma de producir basada en un uso intensivo de los recursos naturales y en la producción de gases de efecto invernadero, marca un punto de inflexión en el papel que los líderes empresariales juegan en esta particular ‘batalla’. Prueba de ello es que mientras hoy menos un tercio de los directivos identifica la sostenibilidad como muy importante para las operaciones del negocio, este porcentaje crece un 68%, hasta el 37% de los encuestados, antes de 2025
Los confinamientos, vividos a raíz de la pandemia del COVID, han revelado que la ecologización de la economía es factible y que la adopción de prácticas de negocio sostenibles, posible gracias a la tecnología. Según el estudio “La ‘fiebre verde’: el imperativo económico de la sostenibilidad”, realizado por el Centro para el futuro del trabajo de Cognizant en colaboración con MindForce Research, los directivos consideran el internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial y las redes inteligentes como las tres tecnologías más importantes para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, seguidas por el big data y el blockchain, como muestra el siguiente gráfico.