El cibercrimen se ha convertido en una crisis global, con un coste anual que, previsiblemente, este año ascenderá a los 10.500 billones de dólares. Las instituciones financieras son el principal objetivo de estos ciberataques basados en la IA, interrupciones de ransomware y amenazas de brechas de cifrado impulsadas por la computación cuántica. Sin embargo, muchos bancos todavía operan con modelos de seguridad diseñados para amenazas que ya se consideran del pasado. Los bancos necesitan una transformación radical en ciberseguridad, no solo actualizaciones incrementales.
A continuación, seis cambios que los bancos deberían abordar para evitar estas brechas.
1. Los ciberataques cuánticos son ya una realidad
El riesgo de la ciberseguridad cuántica ha dejado de ser algo de la teoría a convertirse en inevitable a medida que los cibercriminales buscan romper los métodos de cifrado tradicional en los que los bancos han confiado durante décadas.
Por ejemplo, en la última década, un grupo de investigadores chinos rompió el cifrado RSA utilizando una computadora cuántica D-Wave, una llamada de atención importante para las instituciones financieras que dependen de defensas criptográficas tradicionales.
En la medida que los ordenadores cuánticos son más accesibles para los cibercriminales, los métodos de cifrado tradicionales se quedan obsoletos y el riesgo de exposición de información financiera y datos sensibles del cliente son una realidad.