Entrevistamos a Duncan Roberts, Thought Leader and Futurist at Cognizant Research, tras la publicación de su informe sobre el metaverso. Preguntamos a su autor sobre si las expectativas que abre a las marcas este mundo virtual tienen fundamento y qué desafíos presenta su uso para que no sea una mera replicación de lo que hacemos en el mundo real.
En el informe dibuja un escenario de cómo será el metaverso en el medio plazo, pero ¿cuál es la situación actual del metaverso?
La realidad es que no existe el metaverso. Algunos reclaman que los están construyendo, pero las definiciones de qué es varían y nadie se pone de acuerdo sobre cómo será si es que alguna vez existe. Lo que hoy existen son plataformas y tecnologías que se pueden utilizar para crear nuevas experiencias y oportunidades para los clientes, empresas y empleados.
¿Cuáles son las oportunidades que ofrece hoy el metaverso? En su estudio habla de experiencia de empleado, customer engagement o nuevos canales de ingresos… pero ¿cuál es la opción más viable para las empresas en la actualidad?
Las posibilidades son múltiples con las plataformas y tecnologías actuales. Todo lo que mencionas tiene el potencial de ser mejorado utilizando los conceptos y la tecnología del metaverso, solo necesitamos utilizarlo de forma pragmática de manera que generemos valor y no sea un mero reclamo. Por ejemplo, la formación es un caso de uso estupendo y maduro para las tecnologías inmersivas. La monitorización de la cadena de suministro es otro caso de uso de la web3. Sin embargo, lo más interesante es cómo pueden converger estas tecnologías para crear valor.
¿Hay grandes diferencias entre países y entre sectores? Hemos leído iniciativas de la banca y de alguna compañía en temas de reclutamiento, pero todavía son excepciones, ¿no?
Diría que hay un gran interés por el metaverso. No hay ni un solo sector que no esté intentado descubrir qué es y cómo se puede utilizar, pero las conversaciones que se pueden tener con el sector bancario son muy diferentes a las que hay que mantener, por ejemplo, con la industria farmacéutica.
Hoy en día, lo único que está claro es que el metaverso se materializará porque el comportamiento del cliente claramente tiende hacia el mundo online. Gartner estima que, en 2026, el 25% de las personas pasará al menos una hora en el metaverso, utilizando las plataformas y tecnologías del metaverso. En tres años, ¿cree que barreras como la heterogeneidad de plataformas-cada empresa está creando su propio metaverso-, la seguridad de los datos o la identidad digital se habrán superado para que esta previsión se materialice?
Es una estupenda pregunta que no tiene fácil respuesta. Yo me fijaría en lo que ha ocurrido antes para ver dónde podríamos acabar. Los actores que más destacan en el mercado son, en general, las grandes tecnológicas. Sabemos lo difícil que es conseguir que se pongan de acuerdo y que las plataformas sean interoperables. Incluso con la aparición de web3, cuyo objetivo es ayudar a la interoperabilidad, tenemos diferentes protocolos de blockchain, empresas y personas influyentes que intentan superarse unos a otros. Si esperamos una interoperabilidad total, algo tiene que cambiar drásticamente, por lo que lo más seguro es esperar cierto nivel de fragmentación. Sin embargo, esto ofrece oportunidades para que otras empresas proporcionen cierto nivel de interoperabilidad entre plataformas para facilitar la identidad y la verificación, los pagos, las transferencias de activos, etc.
Desde el punto de vista de tecnologías, ¿qué rol están jugando cada una de ellas VR, AR, 5G o Web3?
La RV/RA brindan una interfaz natural entre los usuarios y los mundos virtuales u objetos. Ambas tienen sus casos de uso y no compiten entre ellas. De hecho, la idoneidad de cada tecnología dependerá del caso de uso.
En cuanto al 5G, no se suele relacionar con el metaverso, pero esta tecnología y sus descendentes como Wi-Fi6, 6G y las versiones posteriores, se deberán tener en cuenta cuando se crean experiencias móviles o se transmite contenido de alta fidelidad a los cascos. Sin la infraestructura que lo soporte nunca tendrá éxito.
La Web3 está realmente centrada en las plataformas, la propiedad digital y la economía de los creadores, así como algunos aspectos de identidad y verificación. El objetivo es descentralizar el metaverso de manera que ningún gran actor posea o controle la plataforma o los artículos que los usuarios posean en ellos. Desafortunadamente, mucho debate ha girado sobre cómo hacer dinero y nada más. Debemos hacer más foco en el valor generado por los casos de uso.