La salud de los ríos es una preocupación mundial. En Reino Unido, por ejemplo, el Ministerio de Medio Ambiente señala que solo el 14% de los ríos gozan de buena salud, un claro indicador de un desafío a nivel global. Los ríos de todo el mundo luchan contra menores niveles de oxígeno, la pérdida de biodiversidad y mayores niveles de contaminación.
Estos temas no solo afectan al equilibrio natural, sino que también impacta en la salud humana. El descenso de los ecosistemas de vida silvestre afecta directamente en la seguridad alimentaria y la forma de subsistencia de miles de millones de personas. El desafío se magnifica más por el efecto del cambio climático, que intensifica las tensiones existentes sobre el agua y la infraestructura urbana.
Limitaciones de la monitorización de la salud actual de los ríos
Los enfoques tradicionales para monitorizar la salud de los ríos resultan inadecuados a la hora de abordar estos desafíos. La Agencia Europea del Medio Ambiente pone de relieve la falta de una monitorización consistente y frecuente, subrayando la necesidad de un enfoque más sólido.
La mayoría de los datos sobre la salud del agua se recoge periódicamente de forma manual, lo que es una tarea que exige mucho trabajo y pruebas de laboratorio que requieren mucho tiempo. Esto desemboca en datos poco frecuentes e información tardía.
Los datos en tiempo real sobre la salud del agua no están disponibles a escala. Sin embargo, se está trabajando en recopilar datos de sensores multiparamétricos y datos de muestras manuales procedentes de organismos regulatorios, compañías que trabajan con el agua y comunidades que lideran iniciativas, y hacerlos disponibles a través de plataforma de libre acceso.
Sin embargo, los datos a menudo se presentan en diferentes formatos, reduciendo su usabilidad y centrándose, sobre todo, en la generación de informes más que en proporcionar conocimiento estratégico que respalde mejores decisiones más rápidas. No obstante, para entender las fuentes hídricas, debemos adoptar tecnologías modernas para liberar el valor de los datos recopilados y crear un sistema holístico que sea capaz de ayudarnos a entender los cambios en tiempo real.
Las tecnologías avanzadas, como los sensores multiparámetros, proporcionan datos más detallados y continuos sobre la calidad del agua. La integración de estas herramientas con la IA y el aprendizaje automático, como propone la Fundación sobre la Investigación del Agua, puede mejorar de forma significativa nuestra comprensión y gestión de la salud de los ríos. Pero ni siquiera esto no es suficiente. La instalación del número necesario de sensores no será viable financieramente para cubrir todas las masas de agua y desarrollar una solución escalable depende de la capacidad para conectar y utilizar los datos procedentes de múltiples fuentes.
La necesidad de un enfoque sistémico
La gestión de la salud de los ríos en un desafío con múltiples aristas que requiere la participación de diferentes partes interesadas. En línea con el objetivo 6 del desarrollo sostenible de Naciones Unidas, que se centra en el agua potable y saneamiento, este esfuerzo debería ser asumido no solo por los organismos medioambientales, sino también por las comunidades e industrias locales, que dependen de los ecosistemas de los ríos. Esta colaboración debe garantizar que las estrategias desarrolladas sean globales y pueden abordar las diferentes necesidades de las partes interesadas.
Combinando capacidades únicas con alianzas mundiales
Para responder a estos desafíos, tenemos que unir fuerzas con las compañías de referencia de suministro de agua y las empresas tecnológicas pioneras. Los avances en estas tecnologías, como los sensores submarinos, los sensores remotos y el análisis de los datos basados en la IA, han abierto nuevas fronteras en la monitorización de la salud de los ríos.
Con la experiencia de Cognizant Ocean y de nuestros socios, podemos desarrollar y desplegar sensores submarinos, capacidades de procesamiento de video y modelado de IA de diferentes industrias para encontrar formas innovadoras de entender la salud de los ríos. Conectamos los datos disponibles y aplicamos las capas de inteligencia artificial y aprendizaje automático para crear modelos que puedan utilizarse para entender los problemas y diseñar soluciones de impacto.
Estas tecnologías no solo ofrecen datos en tiempo real, sino también permiten el análisis de grandes conjuntos de datos para identificar patrones y tendencias. Por ejemplo, la tecnología de sensores remotos puede monitorizar cambios en el caudal de los ríos, niveles de sedimentos y contaminación para ofrecer información de valor sobre la salud del ecosistema del río. De manera parecida, los modelos impulsados por la IA pueden predecir tendencias de futuro para ayudar a la planificación y gestión proactiva.
La oportunidad
Nuestro enfoque se concentra en abordar los desafíos en el suministro de agua, buscando tanto la sostenibilidad como los beneficios financieros. Junto con nuestros socios, nos dedicamos a crecer un ecosistema digital resiliente y holístico. Este cambio marca la transición de prácticas tradicionales, reactivas y manuales de monitorización del agua y soluciones fragmentadas aisladas, a una estrategia de gestión del suministro del agua más integrada y proactiva.
Este nuevo enfoque utiliza las últimas tecnologías, entre las que se incluyen la IA y el ML, para garantizar una visión global integral y en tiempo real de los recursos hídricos. De esta manera, podemos tomar decisiones más eficientes y basadas en los datos que permiten una mejor conservación del agua, una mejor asignación de recursos y la creación de un futuro más sostenible de los sistemas hídricos.
Conclusión
La salud de los ríos es un asunto de urgente preocupación ambiental, social y económica. Adoptar un enfoque basado en los datos es clave para entender y abordar los complejos desafíos a los que se enfrentan estos ecosistemas. Este enfoque, que utiliza tecnologías avanzadas e impulsa esfuerzos colaborativos, no solo es beneficioso, sino que es esencial para la gestión sostenible de los ríos.
Este giro estratégico no es solo un paso adelante en el avance tecnológico, sino también un salto hacia la seguridad de nuestro futuro hídrico a un mundo cada más volátil.
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