El desafío
Roche, empresa pionera de la industria y con una larga trayectoria en el mundo de la biotecnología, se enfrentaba, al igual que otras organizaciones farmacéuticas, a la complejidad y la consistencia de la viabilidad de los ensayos clínicos. Esto causaba desafíos tanto para las partes interesadas como para los equipos internos. El uso de múltiples sistemas por parte de Roche para llevar a cabo la viabilidad revelaba la falta de estandarización y añadía inconsistencia al proceso. La falta de un proceso de viabilidad estandarizado en Roche generaba ineficiencias. Con frecuencia, los equipos internos y externos hacían las mismas preguntas a los investigadores principales, lo que complicaba innecesariamente un proceso de por sí largo. Dado que la viabilidad se realiza solo cuando se inicia un nuevo estudio, los equipos de estudio globales y locales en diferentes áreas terapéuticas a menudo no tenían una guía clara sobre el proceso a seguir o los sistemas a utilizar.Para estandarizar el proceso, Roche implementó Cognizant Shared Investigator Platform (SIP).